Los pájaros, siempre los pájaros. Y la vida arrugándose como el escroto árido de un septuagenario.Pienso en tu pecho despertándose con el frío de Wrocalw, en mis glándulas estremecidas, y después, no pienso en nada.Tengo una fuga de pena en el costado izquierdo. Gotea cuatro ó cinco veces al día. El charco, en el suelo, es cada vez mayor. Se me están doblando las rodillas. Me noto flaquear
Enfant terrible
Fotografía: Loukia Stathatous
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